lunes, 26 de mayo de 2008

¿Cómo empezó todo...?

No recuerdo exactamente cuando empezó mi gusto por la cocina, pero debo decir que mi padre tuvo mucho que ver en esto.
De niña lo veía comprar libros (otro amor heredado de él) y entre ellos recuerdo algunos como "La Cuchara de Plata" y un Recetario de Harina PAN (que ya está muy viejito, pero que guardo como un tesoro) y de donde aprendí lo que era un majarete, una polenta y unos bollitos pelones; además de unos recetarios semanales coleccionables de una enciclopedia "Salvat".
Papá siguió comprando libros de literatura, enciclopedias con toda aquella cultura general que me rodeó en mi época de estudiante, pintura, mecánica, dibujo, etc., y por supuesto libros de cocina.
Mi mamá me enseñó a hacer mi primer intento repostero: unas panquecas las cuales hacía por las tardes después de mis tareas escolares. ¡Cómo me engordaron las benditas panquecas!
Pero si había algo que disfrutaba era ver a mi padre guiarse por un libro de recetas para hacernos la clásica torta de vainilla en cada uno de nuestros cumpleaños.
Esa hermosa química que se producía al combinar mantequilla, azúcar, huevos, harina, leche y vainilla, me ha seducido desde entonces.
En esa época (no muy lejana) también empezó mi gusto por coleccionar recetas y anotarlas en lo que tuviera a la mano, desde un cuaderno del colegio hasta en la parte de atrás de un recibo de tintorería.
Actualmente los libros de Marketing, de cocina (especialmente de Repostería y Pastelería) revistas y carpetas (full de papelitos con anotaciones de recetas) se pelean los espacios de mi biblioteca.
Con el Internet la locura por la recetas se ha reforzado debido a la infinidad de páginas del ciberespacio y me encanta porque me mantengo al día; además de ser fiel seguidora de los canales por cable especializados en el área.
Pero mi gusto por la Repostería y la Pastelería no se quedó allí y decidí aprender en forma académica todas las técnicas; así terminé graduándome como Profesional en Pastelería Francesa, además de realizar todo tipo de cursos de repostería (pintura sobre torta, escultura, modelado, etc).
Bueno, eso terminó de desatar la locura y cuanto perolito, libro, etc, etc., que veo en tiendas, buhoneros, etc., lo compro porque me puede servir para las distintas prácticas.
Me gustaría aprovechar todo ese aprendizaje para cumplir un sueño que tengo de recopilar, preparar y dar a probar esas recetas dulces de pueblo en donde las sabias manos de una mujer, y por qué no, de un hombre, han producido un rico manjar que ha pasado de generación en generación conservando ese típico sabor de las abuelas y que evocan momentos especiales en la intimidad de la familia.
Igualmente, quiero aprovechar lo aprendido para crear una guía de ayuda para novatas o no y en el que espero tocar todos los temas producto de mi investigación reposteril (no sé si la palabra existe, pero ustedes entienden a lo que me refiero).
Alguien dijo que a los sueños hay que ponerle fecha para que se conviertan en metas, que a su vez son retos de vida y que al cumplirse dejan una gran satisfacción.
Este era uno de ellos...espero ser de ayuda a todo aquel que visite este blog.
Cariños y como dicen por allí...Happy baking!!!!

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